El grupo Mondrágón, primero del País Vasco y séptimo de España con sus 256 empresas y cooperativas, lleva cuarenta años aplicando el ahora conocido como modelo alemán de relaciones laborales, una flexibilidad que le ha permitido minimizar el impacto de la crisis en el empleo y salir adelante antes.
Juan María Concha, secretario técnico de la división de construcción de Mondrágón, expuso hoy en una jornada sobre economía social celebrada en Tenerife este y otros instrumentos de "gestión solidaria" que, en sus palabras, ha permitido reforzar al grupo al permitir la supervivencia durante esta crisis de empresas y cooperativas que, pese a ser viables, estarían ya cerradas de haber estado solas.
"La solidaridad refuerza al grupo, no lo pone en peligro; si no hubiera solidaridad no habría grupo", afirmó Concha, y explicó que ahora que se habla tanto del modelo alemán como "el modelo laboral perfecto", Mondragón lleva cuarenta años aplicándolo.
El representante de Mondragón admitió que el grupo perdió empleo en el segundo semestre de 2008 y el primero de 2009, pero desde agosto de ese año está creando puestos de trabajo en el área industrial, con 200 empresas entre cooperativas y filiales.
Además de contar con sociedades que se dedican exclusivamente a la creación de empleo, el grupo ha aplicado medidas como compensar las pérdidas de unas cooperativas con los beneficios de otras para mantener los puestos de trabajo.
Esta "reconversión de resultados", que hace que cooperativas que tienen resultados muy buenos pasen una parte a cooperativas con resultados inferiores o con perdidas, ha evitado el cierre de algunas de ellas, explicó Concha.
La solidaridad dentro del grupo también se traduce en el apoyo a las cooperativas que tienen el endeudamiento agotado, a las que los bancos ya no prestarían más.
Con los fondos que aportan las cooperativas que van bien, ya sea con participación en su capital o mediante créditos, se les garantiza la financiación suficiente para evitar su cierre y recuperarse.
En otros casos, el grupo utiliza una sociedad de previsión social para que en cooperativas en las que sobran socios por falta de pedidos, estos pasan a trabajar en otras que necesitan mano de obra.
Eso elimina un importante gasto a la cooperativa con menos pedidos y provee de mano de obra a las que en ese momento lo necesitan, explicó Concha.
Otro de los instrumentos internos del grupo es el denominado calendario móvil, según el cual se aporta a una entidad específica del grupo un porcentaje de la retribución mensual de los trabajadores, de manera que en el caso de que se pierdan horas de trabajo por falta de pedidos se pagan las horas perdidas.
Concha explicó estos instrumentos del grupo como forma de afrontar mejor los tiempos de crisis, algo que corroboró Carlos Sierra, vicepresidente de la Asociación de Economía Social de Canarias (Asescan) "Las personas prevalecen por encima del capital" en estas empresas de economía social, dijo Carlos Sierra, quien recomendó a los desempleados que tengan espíritu emprendedor que colectivamente creen su puesto de trabajo a través del modelo cooperativo y de sociedades laborales.
El director del Servicio Canario de Empleo, Alberto Génova, afirmó que el Gobierno de Canarias apoya con subvenciones esta modalidad de empresas y defendió la asociación en cooperativas como una vía importante para que los ciudadanos creen sus propios puestos de trabajo.
En Canarias, la economía social representa el 4 por ciento del Producto Interior Bruto, mientras que en el conjunto de España está en torno al 10 por ciento.
En las islas hay casi mil empresas de economía social con 9.000 empleos y una facturación de 1.700 millones de euros anuales, según datos del Servicio Canario de Empleo.
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