Según estimaciones de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador, entre 100 mil 200 mil clientes (3,7% del total) salieron del sistema financiero formal desde que el Banco Central del Ecuador colocó un techo a las tasas de interés para el microcrédito (un límite al porcentaje que por intereses reciben los bancos), señala la Asociación de Bancos Privados.
Desde mayo pasado, el BCE colocó tasas de interés más reducidas en el segmento de microcrédito de acumulación simple (préstamos que van desde los $ 3.000 hasta $ 10.000) y en el minorista (iguales o menores a los $ 3.000). La medida produjo disminución de este tipo de créditos en la banca. Esta fue la segunda reducción que se realizó este año, luego de que en febrero pasado se bajó la tasa del crédito de consumo.
César Robalino, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados, explicó que con los nuevos techos de las tasas no se pueden recuperar los costos para emitir el crédito.
Para el sistema bancario esos clientes se fueron al chulco. Sin embargo, las cooperativas de ahorro y crédito aprovechan el momento y buscan acercarse a los clientes, llegando a sus lugares de trabajo, sin que ellos vayan a las oficinas.
La cooperativa Fernando Daquilema cuya matriz está en Riobamba (Chimborazo), tiene sucursales en Quito y Guayaquil, creó en enero pasado un crédito denominado Credi Mirak, a través del cual ofrecen facilidades al cliente con préstamos que van desde 1 hasta 1.000 dólares. Son comerciantes formales e informales que requieren del préstamo inmediato. Humberto Asqui, ejecutivo de cobranza de esta cooperativa, es un “banco rodante”.
Sus principales clientes son comerciantes de verduras, comidas preparadas y vendedores informales en el Mercado Mayorista (sur de Quito) a quienes presta desde $ 1 para mejorar sus negocios. A diario cobra, apertura cuentas y recauda dinero para ahorro en los propios puestos de los comerciantes.
El monto, el plazo y la forma de pago los decide el cliente. Puede ser el pago desde $ 5 diarios por dos o cinco meses, depende de la necesidad, afirmó. La tasa de interés que aplican es 15,50% anual.
Luego de cada transacción el cliente recibe un comprobante de pago como en cualquier banco. Para Asqui este sistema es beneficioso para sus clientes porque permite el ahorro desde $ 1 , la gente no va al banco por esos montos, afirmó.
La misma estrategia la aplica la cooperativa Coopartamos, ubicada en el Valle de los Chillos. Su gerente, Héctor Moromenacho, explicó que una de las estrategias es dar un servicio personalizado. Capta el dinero en la propia casa de los asociados o negocio de los clientes.
La tasa de interés a la que prestan es del 19% anual. Los montos van de $ 200 a $ 5.000 y se prestan básicamente a comerciantes de carne de res y chancho que se encuentran en la zona del Valle de los Chillos. En esta cooperativa el cliente elige en cuánto tiempo cancelará y la forma de pago, que puede ser semanal.
No es necesario que vayan a las ventanillas, ni a la cooperativa, afirmó el ejecutivo.
En esta zona, según Mormenacho, se logró enfrentar al chulco porque grupos de colombianos prestaban a los comerciantes con tasas de interés de usura, aseguró.
El economista Pablo Lucio Paredes explicó que al fijar tasas de interés por el gobierno siempre se acaba ayudando a los que más tienen.
A pesar de que este año crecieron las operaciones crediticias -a octubre colocó $ 11.563 millones-, el acceso de créditos para personas de escasos recursos decreció.
Los bancos especializados en microcrédito empezaron a abandonar este segmento en donde se prestaba desde $ 200, $ 300 porque en esos volúmenes los costos operativos no permiten recuperar lo invertido con las tasas de interés máximas establecidas por el Banco Central, aseguran.
Ahora algunos bancos prestan desde $ 400 o $ 500, dijo el presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos.
27,5%
es tasa activa techo para microcréditos. Estaba en 33,3%.
