La Federación de Cooperativas Agrarias coordina un proyecto que pretende ofrecer, desde las cooperativas, cuidados a las personas mayores en sus propios hogares para afrontar el sobreenvejecimiento y generar empleo en los pueblos.
La organización ha clausurado este miércoles en Lleida el proyecto Social Coop, en el que lleva trabajando más de un año para diagnosticar las necesidades de los territorios rurales en el ámbito de atención a las personas y valorar la posible implantación de servicios desde las cooperativas agrarias potenciando el empleo femenino.
Construir geriátricos, prestar servicios de limpieza y catering, y convertir la actividad agrícola en terapéutica son algunas propuestas que la Federación propone valorar a las cooperativas.
De los resultados del proyecto se desprende que la dinámica de envejecimiento de la población rural, que sigue de forma acentuada en determinadas zonas, y el cambio de paradigma que conlleva la crisis hacen que las cooperativas agrarias sean actores idóneos al hacer posible la colaboración público-privada necesaria para dotar a las zonas rurales de los servicios sociales adecuados a su especificidad y realidad locales.
En función de la estructura de la propia cooperativa, además de dar salida a las necesidades de sus propios socios, puede ofrecer un servicio importante a la zona geográfica de influencia de la cooperativa y, al mismo tiempo, ofrecer oportunidades de empleo en las mujeres.
Este último factor es también estratégico, en tanto que el empleo femenino favorece el arraigo de la población y el rejuvenecimiento de las zonas rurales.
Las cooperativas que ya se han interesado por la posibilidad de trabajar en la atención a las personas son Celler Cooperatiu de Gandesa, Cooperativa Agrària d'Alcarràs y Cooperativa Agrària del Camp d'Ivars d'Urgell.
En el caso de la de Alcarràs, el planteamiento incluye únicamente atención a sus propios socios; la de Ivars, en cambio, baraja la atención a la tercera edad en su zona, socios o no.
La Federación de Cooperativas agrarias pretende crear y desarrollar una prueba piloto a través del cooperativismo agrario, que revitalice y diversifique la economía rural, cubriendo necesidades sociales y generando empleo.
La iniciativa cuenta con el apoyo del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, y es un proyecto piloto en el marco de la Red Rural Nacional del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
También particpan las federaciones de cooperativas agrarias de la Comunidad Valenciana, Aragón, Asturias, Galicia y Extremadura.
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